La traición de los Médici

Mientras Ordo Lucendi consolidaba su poder, Julio de Médici, antiguo aliado, conspiraba para derrocar a Adriano VI y tomar el control de la Orden.

Aliados con Enrique VIII de Inglaterra, urdieron un minucioso plan contra la Orden. Las flotas inglesas establecerían un bloqueo naval alrededor de Civitavecchia y Ancona para impedir la llegada de suministros y refuerzos por mar, mientras que, con el apoyo de tropas de los Médici en tierra, capturarían puntos de acceso clave para debilitar la posición de Adriano. Sin embargo, un solo barco apostado en el puerto de Civitavecchia, el Sanctus Ignis, fue suficiente para aniquilar las flotas inglesas y arruinar los planes de los Médici.

La traición quedó al descubierto y los conspiradores fueron ejecutados públicamente. Por su parte, a Enrique VIII lo asesinaron en un prostíbulo de Londres, dejando a Inglaterra sumida en la anarquía mientras Ordo Lucendi emergió como la fuerza dominante en Europa.